El CAMINO CORRECTO PARA ENFERMAR

La manera fácil de caer en cama con algún tipo de malestar grave o leve es bien conocida por todos, adquieres una infección viral, una gripe. Para no contagiar a nadie en el trabajo te quedas en casa; tomas antigripales, no te hacen efecto, la temperatura sube. Como tu afección es de origen psicosomático las altas temperaturas se complican con laringitis, faringitis o bronquitis, o todo junto a la vez. Te provees de cuantas cosas se te ocurren, ya usadas con anterioridad y que cuentas con ellas en el botiquín. Sientes que mejoras pero no como para ponerte en actividad.

En esa condición puedes permanecer varios días después de los cuales en una de esas mañanas te levantas como si nada hubiera sucedido y te vas a trabajar.

¿Qué ocurrió?

Muy simple. Cargaste con la gripe porque de pronto como si fuera un reflejo condicionado se presentó un estornudo a causa del recuerdo de un antiguo problemilla no resuelto, al cual se le prendieron una o varias contrariedades más que te causaron dolor emocional en el pasado. Tampoco en esta ocasión, como de costumbre, le diste solución a ninguna de los conflictos. Esperas que por magia absoluta esos asuntos queden clausurados sin que tú intervengas en perfecta conciencia. Para que ocurriera ese evento tendría que suceder un salto cuántico en tu pensamiento que te sacudiera de tal manera que tu conciencia se viera obligada a no ocuparse de nimiedades y el subconsciente hubiera relegado el tema al final de la lista de espera.

Entre la conciencia y el subconsciente hay tantos caminos abruptos como estrellas en el cielo. Basta con dejarlos en libertad para que tu vida personal se vuelva un desastre completo. Es tan sorprendente como un día al despertar te encuentras con que ya pesas veinte kilos más que la semana pasada (si es que tienes el cuidado de pesarte con frecuencia), o que estas embarazada de tres meses y que no sabes qué hacer porque tu tía ya adoptó tu primer hijo y tu mamá no va a querer cuidar al que viene y además en el trabajo vas a tener problemas.

Imposible, no puedes desentenderte de estar a la mira de esos dos pillos (la conciencia y el subconsciente) que juegan a las alcanzadas después de cada sinapsis y se esconden tras las neuronas. Porque lo sabes, esa magia existe; en México tiene su nombre, pero por ahora le llamaremos problema enviado a la lista de espera. De por sí ya teníamos complicado el panorama mental con la información que proviene del siglo antepasado, ahora con los datos descubiertos por mí las cosas se han puesto más enredadas para conseguir la salud mental pero tal vez ahora sea más sencillo, al poder dialogar con alguno de nuestros pensamientos originados en algún lugar de nuestro organismo.

Gilberto Fierro Reyes, psicoterapeuta, experto en salud física, fundador de la Escuela del pensamiento espiritual, conferencista motivacional sobre salud y conductor de los cursos donde se aprende a sostener la salud por siempre. . Es autor de la novela “Estoy vivo… lo juro” publicada en Ediciones Endora.